viernes, 4 de febrero de 2011

Cosas que suceden en vacaciones

Ah, las vacaciones. Para fines de noviembre ya se huele en el aire el perfume del tan esperado verano. Las clases te importan aun menos que nunca y ya estás proyectando un par de roturas de cabezas para el interminable fin de semana que supone esta hermosa estación. Lamentablemente, una vez que llega, llega diferente para todos.

(a) El que no trabaja
Desde agosto que venís apilando planes para cuando "estés libre". Por alguna razón cósmica, sin embargo, una vez que llega el verano te olvidaste de todas estas cosas y te encontrás actualizando la home de Facebook cada 3 minutos y aburridísimo. Te da paja hasta bajarte una película y mirarla. En el Twitter lo único que te copa son las "Nuevas confesiones" de los de Gran Hermano que terminan siendo un conjunto de giladas. Ya te miraste todas las series del mundo y los capítulos de Friends que están pasando en la tele ya los viste 25 veces. Perdés la cuenta de los días que vivís y no sabes si es viernes o domingo. De repente, salís un martes (?) a un bar con los 3 amigos que tenés que no trabajan y hablan de lo aburridos que están.

(b) El que trabaja
Terminaste la facultad y sentís un leve peso sacado de encima. Sin embargo, ese lunes en el que sabés que tus compañeros están durmiendo, vos te levantás para seguir trabajando hasta la 2da quincena de enero. Odiás a cualquiera que te diga "por fin vacaciones". La oficina esta en stop como el resto de la ciudad y lo único que hacen es mirarse la cara por 6 (u 8) horas. La minita linda que laburaba a 2 sillas tuyo se pidió 3 días para los finales así que la única que te queda es abrir el e-buddy y mirar los nicks de tus amigo con frases como: "PILETAAAAAAAAAA", "LIBERTAAAAAAD", "MATE Y AMIGOS :)". Y vos, solo.

(c) El que se va a un lugar de lujo
Constante comparación con la Argentina. "Ah, pero esto allá no se ve..."; "Olvidate que en Buenos Aires te ofrezcan esto....". Che gil, bien que después borracho en un boliche le gritás a los yanquis: "OH BUENOZ AIREZ BEZT ZITY IN THE UORRRLLL, PELOTUDOU".

(d) El que se va poco menos que a un asentamiento
Constante nostalgia de tu cama y/o/u mediana limpieza mantenida en tu cuarto. A la 6ta noche de dormir espalda contra el suelo (ya sea carpa o colchon finito como una hoja de papel) estás tan entumecido que no sentís nada. Literalmente. Ni tristeza, ni felicidad. Lo único que querés es que sea el día siguiente para irte a la playa a dormir sobre la suave arena o mear en un lugar no compartido por 15.


(e) El que se va a la playa
La gran mayoría espera el verano para poder quemarse hasta el límite de su piel, por más sano que eso suene. El primer día, desesperado, ni te ponés protector, causa de que estés por el resto de tu estadía roja como un camarón o aun más humillante, metiéndote al mar con remera porque tu piel está con quemaduras de 4to grado.


(f) El que se va a la montaña
Te ponés la mochila que triplica tu tamaño y vas a la montaña. Los primeros días querés hacer todo y te colgás de todas las ramas que podés encontrar. Te sentís parte de la naturaleza y te preguntás porque no hacés esto más seguido. El segundo día recordás porque: cada músculo de tu cuerpo te duele como si hubieras corrido una maratón. No solo por comportarte como un simio sino que también dormir en la carpa te entumeció todos los músculos de la espalda. Al 4to día tenes el picadillo por las bolas pero es lo único que tenés para comer. Lo único que podés hacer es sacarte fotos tipo highlander con los hermosos paisajes del Norte o del Sur.

(g) El que se va la 2da quincena
Muy parecido al caso (h) (ver abajo) con la excepción de que a este le espera una alegría al final del túnel. Los días entre el 27 de diciembre (éxodo abismal) y el 15 de enero se hacen largos como milenios. En facebook no pasa nada, salvo la eventual subida de MOBILE UPLOAD de esos amigos que están en Punta del Este y suben fotos de ellos en el Conrad cantando el arrorró con Charly. Te ves tachando días como un preso y para el día que finalmente te vas no hay nadie para embadurnárselo en la cara. Pero no importa, te fuiste.

(h) El que no se va a ningún lado
Ya sea por laburo o falta de recursos, nunca falta el que se queda en Buenos Aires. Dejenmé decirles algo: Buenos Aires en enero es como avanzar una película apretando pausa. No hay ni palomas en las plazas. En la tele lo único que pasan son las 2 millones de personas en la Bristol cagándose de calor y siendo felices en la Feliz (jojo). Empleás el gran recurso "verano en la ciudad": Voy a la terraza y me mojo con una manguera. Pero no solo eso, sino que cuando Enero termina te tenés que fumar los álbums de todo el mundo con nombres de anécdotas que no entendés o "VERANOOOOOO ESPLOUSHONNNNN". Descuida soldado, hay tiempos mejores en el horizonte; además nadie tiene mejor conocimiento de lo que está pasando en La Casa Más Famosa del País más que vos. Arriba.

No hay comentarios: