viernes, 30 de noviembre de 2012

Magia en Avenida de Mayo

Quizás muchos no lo sepan pero sobre Avenida del Mayo al 700, elevada del nivel de la calle, se encuentra una libreria de "libros antiguos y curiosos". Para poder entrar hay que subir los 9 escalones del hermoso "Palacio Vera", un edificio construido en 1910 para el centenario de la revolución. Por un período muy corto funcionó como un hotel ("Hotel Centenario") y luego funcionaron las oficinas Hipólito Yrigoyen. Hace 10 años se dispuso una cantidad de pisos a oficinas y otros para vivienda particular. El primer piso se lo apartó para hacer esta libreria que conservó todas las ornamentaciones del hotel. 

Las paredes están atiborradas de libros con el lomo desgastado, y cuando uno se acerca a las mesas puede oler el olor a viejo proveniente de las hojas amarillentas de los libros usados. Cada estantería está repleta de juguetes viejos en el estante superior  que vigilan la literatura añeja; y en el medio del salón posa un caballo de calesita antigua. Una araña barroca con luces de un cálido color amarillo alumbran toda la sala, pero no es muy necesaria ya que un ventanal que da hacia la Avenida absorbe toda la luz de la tarde porteña. 

Junto a esta ventana, subiendo unos escalones y sentada en su escritorio se encuentra Susana, la dueña, una mujer de mediana edad con anteojos de lectura. Susana se me acercó y me pregunto qué buscaba. El libro de poesía que acecho hace unos días tampoco estaba disponible acá. Inmediatamente me preguntó para quién era; mi cara debía delatar  que quería hacer un regalo y también me dio la sesnsación de que Susana siempre quiere conocer las historias detrás de sus compradores. Le conté la historia detrás del libro y por qué no podía ser otro que este. Susana entendió pero insistió en que el amor no se agota en un solo autor. Juntas desempolvamos Girondos, Nerudas y Bécquers mientras hablamos de las desventuras del amor. Susana tiene una mirada gentil como quien entiende a pesar de no conocer. Cuando me fui me dio un beso y mirando por encima de sus anteojos me dijo: "Ojalá encuentres lo que estás buscando". No sé si se refería al libro. Por dentro creo que no soy la primera historia que Susana conoce ni a la última que aconsejará. Y que sus palabras iban más allá de la mera búsqueda de un libro. 

La magia de esta libreria hizo que me sentara un rato en uno de los bancos de cemento que ofrece la hermosa Avenida de Mayo y escribir estas palabras que no le harán justicia al pedacito de cuento que viví.

Pasen y vean.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Corriente

Te volví a soñar,
perfecto como eras,
Con tus "te quiero" y "me gustás"
Me desperté, miré el techo
Seguí viviendo.

domingo, 14 de octubre de 2012

Domingol


lo mejor del amor, a mi entender (humilde y acotado):
los besitos a la mañana;
las tostadas para dos;
los abrazos por atrás;
los buzos prestados;
las sonrisas cómplices;
el dúo de zapping;
los amaneceres que te sorprenden enamorado;
los atardeceres con caricias;
los pies abajo de las sábanas;
los besos con gusto a cerveza;
los amigos prestados;
las duchas;
las lágrimas compartidas;
los silencios;
los puchos por la mitad;
las risas hasta llorar;
los besos robados en la cena;
y las manos por abajo de la mesa.

lo peor del amor:
querer más,
llorar sin anuncio,
la distancia física,
la no física,
la dependencia,
la ceguera,
pensar de más,
no pensar,


pero peor
peor que el engaño
peor que el llanto
peor que nada


:
la duda
asesina.

domingo, 3 de junio de 2012

Mundano

Que las fiestas estén llenas de globos
Que el pelo vuele y se enrede
Que las caricias sean suaves
Que los libros huelan a viejo
Que la ropa te quede pintada
Que el cielo sea de un azul profundo
Que la cama sea gorda y blanda
Y su lengua larga y humeda
Que los esmaltes brillen de a kilómetros
Que la tele esté apagada
Que las sábanas estén siempre revueltas
Que siempre sea temprano
Que te ensucies con barro
Que la ducha sea caliente
Que el beso sea largo y mojado
Que tus pies estén descalzos
Que la comida sea suculenta
Que el invierno sea frío y gordos tus sueters
Que el pasto esté humedo
Que el cuaderno sea nuevo
Que los deseos sean más de tres
Que tu sonrisa sea eterna
y tengas siempre ganas de cantar.
No te deseo nunca sentirte olvidado.
No te deseo sentirte aburrido.
No te deseo sentirte intrascendente,
                      Ni leve,
                      Ni común,
                      Ni minúsculo,
Te deseo el honor de ser recordado,
La magia de resultar interesante,
y la inigualable sensación de ser importante
Para mí.

martes, 21 de febrero de 2012

Periodismo Freemium: ¿la solución?



"Information wants to be free. Information also wants to be expensive...
That tension will not go away.”
-Stewart Brand, Hacker’s Conference, 1984




Freemium. Contestemos primero la pregunta ¿de qué hablamos cuando hablamos de Freemium?



Freemium es un modelo de nogocios basado en el modelo tradicional. Su diferencia es que incluye una pata gratis para que el público pueda acceder a las funciones básicas del producto sin tener que gastar un centavo. Esta pata gratis es la que ayuda a que el producto o servicio se viralice entre la gente. Si esta cantidad es la suficiente, el pequeño porcentaje que elija pagar por las funciones premium alcanzará para solventar el resto del modelo.


modelo


modelofreemium

La idea de Freemium ha sido adoptada por miles de aplicaciones web y popularizada especialmente por el editor de Wired y autor de la teoría del Long Tail, Chris Anderson. "Toda industria que se vuelve digital eventualmente termina siendo gratis", asegura. El costo de la producción digital baja a velocidades increíbles y parece ser que "ser gratis" es un destino inevitable para cualquier industria digital. La economía de primer año dicta que, en un mercado competitivo, los precios bajan hasta el precio marginal. Nunca hubo un mercado tan competitivo como la Web, y todos los días el costo marginal de la información digital se acerca a ser nada.



Entonces, ¿dónde queda parado el periodismo? La información es un commodity cada vez más caro y más barato al mismo tiempo. La necesidad de obtener información y develarla en el momento preciso hace que encarezca su valor pero la facilidad con la que uno la puede publicar deprecia cada vez más a la información.
Se puede decir que para el año 2012, todo diario importante (y los no tanto también) tiene su portal web. La compra de diarios ha caído notablemente en los últimos desde la aparición de su formato digital.



En Argentina, los diarios más importantes, siguen manteniendo una posición de que su contenido sea totalmente gratis para todos los usuarios. De todos modos, estos logran ingresos a través de publicidad. No es un modelo de periodismo gratis. Es un modelo de negocios en el que se gana por medio de avisos, como  lo hace Google. El magnate empresario Rupert Murdoch, fundador y CEO de News Corporation, cree firmemente en que el periodismo no puede ser ofrecido gratis en la web. "Hay que hacer el mejor contenido, y luego sacarles el número de la tarjeta de crédito".



Muchos diarios alrededor del mundo han optado por la opción Freemium, como lo ha hecho el New York Times en enero del 2011, cuando decidió empezar a cobrar a los usuarios frecuentes de la página si estos no estaban subscriptos  a la edición empresa. La idea era poder generar ingresos de aquellos usuarios devotos al diario, mientras que aquellos que ocasionalmente ingresaban a la página, podían seguir viendo artículos gratis.

Pero siguiendo la teoría de Chris Anderson, eventualmente todo periodismo online debería llegar a un costo de producción tan cercano a 0 que no habría punto en cobrarla. ¿Puede el periodismo ser 100% gratis?

La respuesta en un primer vistazo parecería ser: "sí, por qué no? Nunca pagué nada y leo todos los diarios por  internet". Esto, sin embargo, presenta un costo altísimo para los diarios. A diferencia de la capacidad de almacenamiento, banda ancha y la capacidad de procesamiento, el costo de producción de información es caro. Ofrecer toda la información gratis, la materia prima de los medios, en sus portales de internet, fue un grandísimo error por parte de los empresarios. Así lo dice, David Simons, creador de The Wire en una entrevista para el diario español ABC:
A alguien en Wall Street se le ocurrió que podía hacerse más dinero publicando periódicos malos que publicando periódicos buenos, así que recortaron costes, redujeron la redacción y cubrieron menos asuntos para tener más beneficios. E hicieron esto en casi todos los periódicos del país, salvo tal vez en The New York Times y en The Washington Post. Cuando llegó la Red, los periódicos estaban tan destripados que no pudieron ni protestar y empezaron a regalar su producto, lo que supuso un error terrible.
El fallo está en todos, pero yo culpo especialmente a los capitanes de la industria de los periódicos. Cuando llegó el momento crítico, confundieron Internet con un soporte publicitario más, cuando de hecho era el sistema de distribución del futuro.
¿Qué loco, aparte de los editores de prensa, pensó que podía regalar su producto en Internet y la gente seguiría comprando el periódico? Es tan cósmicamente estúpido que sólo inspiró a los que pensaban así.
La gente me dice “Nadie nunca pagará por los periódicos, cuando puede conseguirlos gratis”. Pero es que nadie pagaría por la mierda de ahora. ¿Qué habría pasado si en lugar de que los periódicos hubieran sido vendidos y recortados, se hubieran hecho más esenciales, más viables, más sutiles? ¿Que habría pasado si no pudieras entender tu ciudad, o el mundo, sin leer el periódico por la mañana? Hicieron lo contrario. La transición de la televisión al cable es análoga a lo que podría haber pasado con los periódicos en el viaje a Internet.
Cuando empezó Internet, recuerdo que uno podía leer 175 artículos completos sin pagar nada. Y paso 2000, y pasó 2001…y seguía igual. Y es insostenible. Si no tienes un producto por el que puedas cobrar, no tienes un producto, es algo que sabe cualquier universitario. Pero los periódicos creyeron que éste era el modelo que funcionaba. Hay que buscar mucho en la historia de la industria para encontrar este nivel de mala gestión de un producto.
Internet es más rápido, más limpio y más barato y cuando se use adecuadamente permitirá el renacimiento del periodismo. Pero tenemos que pagar por él. No mucho, sólo un poco cada mes, igual que pagamos la factura del cable o del teléfono móvil.

Pero, ¿no es acaso la información, un derecho de todos? ¿No debería, por default, ser algo al alcance de todos?  ¿Por qué hay que pagar por algo que es nuestro? Aquí se devela la tensión entre la información que quiere ser libre y la información que quiere ser cara.

Información como commodity vs. información como derecho


Para comenzar este análisis, primero debemos contemplar como está clasificada la información según sus sistema político. Los medios masivos de comunicación significan muchas cosas para distintas personas y cumplen distintas funciones según el tipo de sustema político o económico en el que se desenvuelven, el grado de desarrolo de la sociedad, así como los intereses y necesidades de los individuos.

Una de las clasificaciones más conocidoas de los sistemas de medios en el mundo es la que presentan F. Siebert, T.B. Peterson y W. Schramm en su obra Four Theories of the Press (1956). Utilizan 4 categorías: Autoritaria, Liberal, Responsabilidad Social y Soviético-Totalitaria. Se las llama Teorías Normativas y apuntan a describir la forma ideal para estructurar y operar un sistema de medios.

La Teoría Autoritaria
Defiende que el estado está por encima del individuo; que la fuente de verdad es restringida y se convierte en la norma de todos los miembros de la sociedad. El estado podrá emplear todos los medios de persuasión y de coerción para vigilar y controlar la información.

La Teoría Liberal
Arranca de la Ilustración y del racionalismo europeo (Milton, Mill, Locke) y supone defender la libertad de expresión frente a cualquier restricción de la autoridad. Sus principales elementos son: confianza en la razón para diferenciar entre verdad y error, necesidad de un libre intercambio de ideas; y función de la prensa como supervisora y controladora del gobierno.

La Teoría Soviético-Totalitaria
Entronca con la visión autoritaria y es desarrollada fundamentalmente por Lenin. La prensa ha de ser un colectivo propagandista; en teoría admite la crítica y la autocrítica, pero en la práctica esta crítica procede sólo de los que detentan el poder.

La Teoría de la Responsabilidad Social
Entronca en parte con la teoría liberal pero duda de que exista algún derecho sin su contrapartida. Los medios tienen un papel en la sociedad y unas obligaciones. A mediados de los años 40, se reúne en los Estados Unidos la Freedom Commission of the Press para analizar y dictaminar sobre el papel y función social de la prensa. Según la Comisión, es deber de la prensa proporcionar un relato de los acontecimientos diarios verdadero, comprensivo e inteligente, en un contexto en el que quede claro el significado de tales hechos. La prensa debe servir como foro de intercambio de críticas y de comentarios, debe dar una imagen representativa de los grupos que constituyen la sociedad y debe ayudar a la presentación y clarificación de las metas y de los valores sociales y proporcionar libre acceso a los hombres inteligentes del momento. Como misión fundamental, la prensa contribuirá a trasladar los conflictos sociales desde el plano de la violencia al de la discusión.

La Teoría de la Responsabilidad Social es la que más se acerca a lo que lo llamaríamos un "periodismo libre" conocido también como "periodismo ciudadano".



En esta última clasificacion se pone énfasis en que la información deberá ser emitida por todos aquellos que tengan algo para decir. A este tipo de periodismo, también conocido como de El Tercer Sector, suele ser financiado por fundaciones privadas. Este tipo de periodismo no es gratis.

Los costos de ser financiado por fundaciones o servicios como Google Ads son altos, sobre todo para el periodismo, ya que:

-Los intereses de la fundación que solventa el servicio pueden interferir con el ejercicio de la profesión
-Servicios como Google Ads condicionan las necesidades de hits. Para llegar a un mínimo rentable se puede recurrir a la vía de publicar información "más atrayente" pero no realmente importante.

De este modo, la idea de un periodismo totalmente y 100% gratis se aleja cada vez más de las manos de los periodistas. La información, en estos tiempos, efectivamente es un commodity. En un mercado competitivo, la noticia más importante se posicionará sola por los juegos del mercado, y las menos importantes se desvanecerán de a poco.

Las teorías de Chris Anderson solo se aplican a industrias cuyo costo de producción sean de un valor cercano a 0. El periodismo aun no cuenta con esta ventaja, Hasta los blogs mas colaborativos como lo fue el Huffington Post, en el que todos contribuían, con historias y dinero, requirió una inversión inicial de US$ 1.000.000 y luego una adicional de US$5.000.000 antes de ser comprada por la suma de US$ 315.000.000 por AOL. Más de 9 mil bloggers contribuyentes quedaron "atrapados" trabajando para una mega corporación mientras que Ariana Huffington, CEO y fundadora, se queda con los ingresos generados.

El modelo de Periodismo Freemium es, de esta manera, lo más cercano a lo que el periodismo ha llegado a ser casi gratis sin tener mayores pérdidas económicas. Cada vez más medios alrededor del mundo se unen a esta práctica.